"Tú serías el hombre perfecto, si no fuera que tienes un defecto..."
Sé que vas a leer esto. Sé también que tal vez no quieras saber lo que tengo que decir. Sin embargo, si en algún momento de éste escrito te das cuenta que no te importa, te importa un comino o simplemente lo consideras inservible en tu vida; deja de leer y olvídalo.
Al fin y al cabo no me voy a enterar y tampoco espero alguna reacción de tu parte. Si la hay, bienvenida sea, si no, no importa.
Hace tres días que tengo en la mente este escrito quemándome la mente, escociéndome los dedos. Anoche tuve la firme determinación de no hacerlo pero, si no lo hago, no podré irme exorcisando de este sentimiento que me está matando. Que me bloquea la vida, que no me ha dejado tener un mañana.
Eres tú ¿sabes? Tú y nadie más que tú. Eres tú quien me roba la calma, eres quien llena mis más locos sueños, mis más apasionados, -unas veces y otras- románticos sueños. Eres tú el hombre de mis sueños. Eres quien mi corazón no deja de llamar a gritos.
Habré llorado y sufrido por alguien más alguna vez. Habré sentido que el mundo se me venía encima al tener que dejar a la vera del camino otro corazón alguna vez unido al mío. Sin embargo el mío sigue tan apegado al tuyo; que no le importa dónde ni con quién estés o qué demonios haces.
Habré pasado por ecuánime en incontables ocasiones ante ti y el mundo entero. Puedo aparentar no sentir mucho más de lo que estoy sintiendo. Pero no puedo engañarme a mi misma, así como tampoco he logrado que este empecinado corazón mío deje de amarte.
Así pues, te digo que te amo. Que no dejo de amarte aún através de los años. No dejo de amarte aún por encima de la distancia. Aún por encima de las circunstancias.
Hace tres días que tengo en la mente este escrito quemándome la mente, escociéndome los dedos. Anoche tuve la firme determinación de no hacerlo pero, si no lo hago, no podré irme exorcisando de este sentimiento que me está matando. Que me bloquea la vida, que no me ha dejado tener un mañana.
Eres tú ¿sabes? Tú y nadie más que tú. Eres tú quien me roba la calma, eres quien llena mis más locos sueños, mis más apasionados, -unas veces y otras- románticos sueños. Eres tú el hombre de mis sueños. Eres quien mi corazón no deja de llamar a gritos.
Habré llorado y sufrido por alguien más alguna vez. Habré sentido que el mundo se me venía encima al tener que dejar a la vera del camino otro corazón alguna vez unido al mío. Sin embargo el mío sigue tan apegado al tuyo; que no le importa dónde ni con quién estés o qué demonios haces.
Habré pasado por ecuánime en incontables ocasiones ante ti y el mundo entero. Puedo aparentar no sentir mucho más de lo que estoy sintiendo. Pero no puedo engañarme a mi misma, así como tampoco he logrado que este empecinado corazón mío deje de amarte.
Así pues, te digo que te amo. Que no dejo de amarte aún através de los años. No dejo de amarte aún por encima de la distancia. Aún por encima de las circunstancias.
Te amo sin tregua, sin esperanzas y sin esperar que me sigas amando.
Te amo con locura y, a pesar de ello, he logrado mantener la razón.
Te amo apasionadamente, soñando tus besos en la noche oscura.
Te amo. Te amo. Te amo.
Te amo con mesura.
Porque no me ha quedado más que salvaguardarme en la cordura.
Porque he debido dejarte para darme cuenta que te amo.
Porque no puedo amarte de otra forma.
Porque te amo sin querer y aún cuando te quiero.
Porque no puedo dejar de amarte.
Porque no he querido dejar de amarte.
Te amo y a veces sueño con tenerte sólo una vez más. Sentirte dentro de mi, bajo la piel y llenando mi mente. Deseo que me ames aún cuando no estés enamorado de mí. Deseo tenerte enfrente, besarte y dejar en ti la huella imborrable de mi amor; para que dondequiera que vayas sepas que eres mío. Y quiero que derrames en mí todo tu amor, aún cuando no me ames.
Si se pudiera, te pediría que olvidaras por un momento quiénes somos; dejar a un lado el deber y la sensatez. Y te diría: Sé de nuevo el loco apasionado que me enamoró sin él mismo darse cuenta, aunque no te prometo ser ya la misma niña que quiso seducirte en una isla desierta.
Pero mejor no, manténte firme! Al final de cuentas, en alguien tiene que caber la prudencia. Sé feliz amor mío. Sé feliz aquí, allá o donde sea. Mi corazón no sangra lo juro, no temas. Solamente encuentra duro, muy duro el camino y le cuesta olvidarte aunque no lo parezca. Olvida mi amor y olvida mis palabras si te ocasiono dolor con este escrito. Como te dije antes, no era mi intención saber si me amas o que no te importo un ápice; mi intención es empezar a desahogarme y quizá, enmedio de este desatino, encontrar la manera de empezar a liberarme de tu hechizo.
"El que tú no estés, no te aparta de mí
entre menos te tengo,
más te recuerdo, aunque quiera olvidarte."
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Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos las llaves de la dicha
y un incierto destino desdichado.
Mi amor tiene dos vidas para amarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.
._Pablo Neruda.
