Me dueles...

No, no duelen las cosas que me dices tanto como lo que vives.
No, eso no me duele tanto. Lo que me duele es no poder hacer nada para remediarlo.
Lo que me mata es la impotencia que siento de verte tan abrumado.
Me duele que sufras como sufro yo.
Porque no te lo habría deseado ni en un millón de años.
Me duele sentirme tan atada porque no puedo hacer nada por ti.

Miénteme.
Regálame tus besos cada noche.
Regálame la mentira de que me amas implícita en tus labios.
Hazme creer que te importo tanto como esa otra persona.
Miénteme.
Déjame vivir feliz una mentira.
En lugar de permitir que me consuma poco a poco con esta verdad.
Hazme creer que eres sólo mío.
Miénteme.
Engaña a mi tonto corazón aunque al final te vayas sin decir adiós.
Regálame tus besos cada noche.
Miénteme, por favor miénteme.
Yo hago lo que sea por ti. Todo te lo creo.
Miénteme.
Vamos, miénteme.

Pronto se abrirá un claro
en el espeso bosque que nos rodea.
Porque no todo puede permanecer
eternamente a oscuras.
El tiempo, tú, yo, esa otra persona,
nuestros corazones y el destino;
decidiremos lo que sucederá después.