martes, 30 de marzo de 2010

El dulce placer de la revancha!

Una mujer recién divorciada, pasó el primer día bien triste empacando sus cosas en baúles y maletas y su mobiliario en grandes cajas.
El segundo día vinieron y recogieron sus pertenencias y muebles.
El tercer día se sentó en el suelo en el comedor vacío, puso música suave,dos velas, dos kilos de camarones, un plato de caviar y una botella de vino blanco frío hasta más no poder.

Cuando terminó de comer, desmontó todos los tubos de las cortinas de cada cuarto, le quitó los tapones de los extremos y dentro le puso la mitad de los camarones y un buen poco de caviar y las colocó de nuevo con sus tapones de los extremos.

Cuando el marido regresó a la casa se mudó con nuevos muebles y con nueva novia. Todo fue perfecto los primeros días. Lentamente, la casa empezó a oler.

Trataron de todo, limpiaron, trapearon y airearon toda la casa. Los ventiladores fueron revisados por si hubiera ratones muertos y las
alfombras fueron lavadas.

En cada esquina se colgaron perfumadores de aire. Se gastaron cientos de potes de spray anti-olor. Hasta pagaron para cambiar todas las caras alfombras de la casa.
Nada funcionó. Nadie volvió a visitarlos, los trabajadores se negaban a trabajar en la casa y hasta la sirvienta renunció.
Finalmente, el marido y la novia tuvieron que mudarse ya desesperados.

Todavía al mes no habían encontrado a quien venderle la hedionda casa. Inclusive los vendedores se negaban a responder a sus llamadas.
Decidieron gastar muchísimo dinero comprando una nueva casa.
La ex esposa llamó al hombre para asuntos del divorcio y le preguntó cómo estaba. El le contestó que bien, que estaba vendiendo la casa pero sin decirle las verdaderas razones.

Ella lo escuchó con mucha calma y le dijo que ella extrañaba demasiado la casa y que ella hablaría con los abogados para arreglar los papeles con tal de que conseguir la casa de nuevo.
Sabiendo que su ex esposa no tenía la menor idea del mal olor el aceptó la negociación por una décima parte del precio real de la casa con tal de que ella firmara ese mismo día.
Ella aceptó y en menos de una hora él le mandó los papeles para firmarlos.

Una semana más tarde el hombre y su novia se pararon en la puerta de la vieja casa con una sonrisa en los labios viendo como empacaban todos sus muebles y los metían en un camión camino a su nueva casa...

...incluyendo los tubos de cortina.

¡ME ENCANTAN LOS FINALES FELICES! ¿A TI NO?

Alguien dijo algo así como: "los hombres deberían entender que las mujeres somos invencibles, imparables e insuperables"... y para prueba unos simples cortineros bastaron...

lunes, 15 de marzo de 2010

Te pertenezco



Cuando te besé por vez primera, abandoné toda barrera en mí para demostrarte mi amor.
Cuando te besé por primera vez, me di cuenta de lo irremediable de lo que siento por ti.
En ese primer contacto entre nosotros, sentí una avalancha de emociones.
En ese primer beso, dejé parte de mi alma en ti.
Y tú
estremeciste mi vida.
Cimbraste mi alma.
Redujiste mi ser a escombros.
Tocaste mi corazón.
Moviste cada fibra.
Calcinaste mi piel.
Cada vez que nos besamos...
Ardo.
Me estremezco.
Me cimbras, me reduces.
Me tocas, me mueves.
Me posees.
Te posesionaste de mi sin saberlo siquiera, sin desearlo siquiera, sin esperarlo siquiera.
Sin esperarlo siquiera.
Nada soy si no siento.
Nada soy.
Sin tí.
Nada soy.
Nada.

viernes, 12 de marzo de 2010

Afán

Qué más quisiera.

Qué más quisiera yo, que fueras sólo mío. Qué más quisiera.

Qué más quisiera.

Ser tan sólo tuya, sin tener que callármelo. Qué más quisiera.

Qué más quisiera, amor. Qué más quisiera.
Que me amaras tanto como te amo yo.
Que me anhelaras como te anhelo yo.
Que me soñaras como te sueño yo.
Que pensaras en mí, tanto como te pienso yo.

Qué más quisiera.

Qué más quisiera, amor.
Qué más quisiera.

Ser tu mujer en cuerpo como lo soy en alma.
Qué más quisiera que me amaras. Qué más quisiera.

Qué más quisiera.
Qué más quisiera cielo mío.
Qué más quisiera.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Nada soy




Nada soy sin ti.

Nada soy.



Cuando te besé por vez primera,

abandoné toda barrera en mí para demostrarte cuánto te amo.



Cuando te besé por primera vez,

me di cuenta de lo irremediable de mi sentir.



En ese primer contacto,

me dí por entero.

Te sentí en mi.



En ese primer beso,

dejé parte de mi alma en tí.



Estremeciste mi vida.

Cimbraste mi alma.

Redujiste a escombros mi ser.

Tocaste mi corazón.

Moviste cada fibra.

Calcinaste mi piel.



Cuando por primera vez nos besamos,

ardí, me estremecí, me cimbré, me redujiste, me tocaste, me moviste...

te posesionaste de mí.



Nada soy si no te siento.

Nada soy si no siento tus besos.

Nada soy sin sentir todo eso.



Nada soy.

Sin tí.

Nada soy.

Nada.

martes, 9 de marzo de 2010

Ilusión...

Ámame sin medida,

sin paz, sin tiempo.

Ámame con pasión,

con dolor, con miedo.

Ámame lo suficiente,

ámame más, nunca me ames menos.

Ámame sin paz,

sin prisa, sin miedo.

Ámame cual si no hubiera mañana

ni ayer, sólo este miserable momento.

Love me tomorrow... love me today... love me as usual or love me like the very first time.

Love me always... love me for ever... please just love me... and nothing else.

miércoles, 3 de marzo de 2010

TANTO AMOR


No, hoy no tengo nada propio para publicar. O tal vez sí, pero no puedo dejar de publicar este poema de Amado Nervo que me ha llegado hasta la médula.

Amor mío, esto es para ti...

Hay tanto amor en mi alma que no queda
ni el rincón más estrecho para el odio.
¿Dónde quieres que ponga los rencores
que tus vilezas engendrar podrían?

Impasible no soy: todo lo siento,
lo sufro todo... Pero como el niño
a quien hacen llorar, en cuanto mira
un juguete delante de sus ojos
se consuela, sonríe,
y las ávidas manos
tiende hacia él sin recordar la pena,
asi yo, ante el divino panorama
de mi idea, ante lo inenarrable
de mi amor infinito,
no siento ni el maldito alfilerazo
ni la cruel afilada
ironía, ni escucho la sarcástica
risa. Todo lo olvido,
porque soy sólo corazón, soy ojos
no más, para asomarme a la ventana
y ver pasar el inefable Ensueño,
vestido de violeta,
y con toda la luz de la mañana,
de sus ojos divinos en la quieta
limpidez de la fontana...